En Notas de Prensa

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, ordenará sacerdotes a siete seminaristas diocesanos el sábado 16 de diciembre en una celebración que comenzará a las cinco de la tarde en la catedral-basílica del Pilar. La ordenación tiene lugar tras seis años de formación en el Seminario Metropolitano y un curso de servicio pastoral en parroquias y delegaciones de la archidiócesis.

Los nuevos sacerdotes

La procedencia de los seminaristas que van a ser ordenados es muy variada. Federico Castillo y Fabio Losada son oriundos de Colombia. El segundo ingresó en el Seminario tras haber realizado el grado de Comunicación Audiovisual. Pedro Sauras es natural de Calanda se incorporó al Seminario tras realizar los estudios medios, como también el zaragozano Pablo Vadillo. Alejandro Latorre e Ignacio Laguna, naturales de Zaragoza, cursaron la licenciatura en Derecho y desarrollaron su profesión antes de plantearse su vocación, rondando los treinta años de edad. Finalmente José Manuel Camacho, padre de dos hijas, decidió entrar en el Seminario tras el fallecimiento de su esposa. Es el mayor de los siete candidatos, contando con 69 años de edad.

Todos los candidatos han obtenido el grado de Estudios Eclesiásticos —un grado universitario, con reconocimiento civil, que se centra en el estudio de la Filosofía y la Teología—, otorgado por la Universidad Pontifica de Salamanca y han cursado estudios en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA). Además, Laguna y Sauras han realizado estudios en la Universidad Eclesiástica San Dámaso (Madrid) y en la Universidad de Navarra (Pamplona), respectivamente.

La ordenación sacerdotal

La ordenación sacerdotal o presbiteral es presidida por el arzobispo y se desarrolla dentro de la celebración de la misa, constando de varios ritos: la imposición de manos y oración de consagración, la imposición de las vestiduras sacerdotales —estola al modo presbiteral y casulla—, la unción de las manos con el Crisma, la entrega de la patena y el cáliz y, finalmente, el beso de la paz. En esta ocasión, el arzobispo Jiménez estará acompañado de otros obispos y de un numeroso grupo de sacerdotes y diáconos.

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